Qué personas no son aptas para subir a un avión

Viajar en avión es una experiencia que a muchos les encanta. Sin embargo, hay ciertas personas que no son aptas para volar en avión. Puede que sean personas con problemas de salud, personas con problemas mentales o incluso personas con ciertos comportamientos.

Personalmente, he tenido la experiencia de ver a alguien ser rechazado para subir a un avión. Esta persona parecía tener problemas mentales y estaba muy agitada. El personal de la aerolínea tuvo que desviarla a una sala donde podrían ayudarla.

En conclusión, una persona que no es apta para volar en avión puede ser aquella que tenga problemas de salud, mentales o comportamentales. Estas personas deben ser tratadas con respeto y comprensión.

¿Quiénes no son aptos para subir a un avión?

Existen ciertas personas que no son aptas para subir a un avión. Estas personas deben contar con un certificado médico para poder realizar el vuelo.

Niños menores de dos años

Los niños menores de dos años no pueden viajar en un avión sin estar acompañados de un adulto. Deben contar con un asiento propio y el adulto debe abonar la tarifa correspondiente.

Personas con discapacidad

Las personas con discapacidad que deseen viajar en avión deben, de acuerdo a la normativa de la aerolínea, contar con un certificado médico que indique que su condición no les impide realizar el vuelo.

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Personas con enfermedades contagiosas

Las personas que padezcan enfermedades contagiosas no pueden subir a un avión. Esto con el objetivo de prevenir la propagación de la misma entre los demás pasajeros.

Personas con problemas mentales

Las personas que presenten problemas mentales no pueden subir a un avión sin contar con un certificado médico que indique que no representan un riesgo para la seguridad de los demás pasajeros.

Personas con alcohol en sangre

Las personas que presenten alcohol en sangre no pueden subir a un avión. Esto se debe a que el alcohol puede suponer un riesgo para la seguridad de los demás pasajeros. Además, se considera una falta grave en la mayoría de aerolíneas.

Personas que estén enfermas, que presenten síntomas de enfermedad contagiosa, o que no cumplan con los requisitos de seguridad del aeropuerto, no son aptas para subir a un avión.

Enfermedades que impiden viajar en avión

Existen algunas enfermedades que impiden que una persona viaje en avión. Estas enfermedades pueden incluir problemas al corazón, trastornos del sueño, enfermedades mentales o discapacidades. Algunas enfermedades respiratorias, como la fibrosis quística, también pueden impedir el viaje en avión. La caída en la presión de la cabina durante el vuelo puede ser un problema para aquellos con enfermedades respiratorias.

Las personas que padecen enfermedades crónicas, como el asma, también pueden tener problemas para viajar en avión. Los estándares de seguridad de la FAA exigen que los pasajeros con enfermedades crónicas que requieran medicamentos o equipo especiales para el vuelo deben obtener un certificado médico de la FAA antes de abordar el avión.

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Las personas con epilepsia, discapacidades físicas o mentales severas, incluida la demencia, también pueden no ser aptas para viajar en avión. Estas personas necesitan un certificado médico de la FAA para garantizar que puedan viajar de forma segura.

Finalmente, las personas con dificultades para moverse también pueden tener problemas para viajar en avión. Estas personas deben presentar un certificado médico de la FAA para certificar que pueden viajar de forma segura.

Viajar en avión enfermo

Viajar en avión enfermo no es recomendable. Esto se debe a que el aire en un avión se recicla y filtra constantemente, por lo que una persona enferma puede propagar fácilmente su enfermedad a otros pasajeros. Además, la presión y la falta de oxígeno en un avión pueden agravar los síntomas de muchas enfermedades.

Existen algunas enfermedades y situaciones médicas específicas en las que las personas no deben volar. Estas incluyen enfermedades infecciosas, enfermedades cardíacas, asma severo, embarazo de alto riesgo, cáncer avanzado y enfermedades mentales graves.

Es importante que las personas con alguna enfermedad o condición médica consulten a su médico antes de viajar en avión para determinar si es seguro para ellos volar.

No se puede volar cuando

Según el artículo, hay ciertas personas que no son aptas para subir a un avión. Estas incluyen a aquellas con enfermedades que pueden poner en riesgo la seguridad aérea, como enfermedades cardíacas, epilepsia, enfermedades mentales, enfermedades respiratorias crónicas, diabetes, alergias, etc. Además, aquellos que estén enfermos con una enfermedad infecciosa o con signos de enfermedad como fiebre, dolor de cabeza, tos, etc., no podrán volar. Las personas que estén bajo los efectos del alcohol o cualquier otra sustancia controlada también se encuentran en la misma situación. Finalmente, aquellas personas que no puedan comportarse de manera apropiada o aquellas que amenacen la seguridad aérea, también se les prohibirá volar.

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Si se me baja la presión en el avión, tomar medidas

Si la presión en el avión baja, se debe tomar acción inmediata. Los pasajeros deben colocarse en posición de seguridad, con los cinturones de seguridad abrochados y la cabeza entre las rodillas. Esta acción reduce el riesgo de lesiones en caso de una caída brusca de presión. Si los síntomas de mareo, presión en los oídos, fatiga o falta de aire persisten, los pasajeros deben informar al personal de vuelo.

Personas con trastornos respiratorios no controlados, como asma o enfermedades cardíacas, no son aptas para subir a un avión. Esto se debe a que las bajadas de presión podrían empeorar su condición y poner en peligro su salud. Estas personas deben consultar con su médico antes de viajar para evaluar si es seguro para ellas volar.